Recientemente nos enteramos de la experiencia de una joven que soñaba con jugar baloncesto en la universidad a la que le encantaría asistir. Esta joven jugó baloncesto en el bachillerato y después de su graduación decidió participar en las pruebas de selección del equipo de la universidad de sus sueños. Hasta el entrenador de la universidad habló personalmente con ella al respecto.
La joven describió lo que sintió cuando llegó a la puerta del gimnasio el día de las pruebas de selección y observó a las otras jóvenes. Percibió que ellas eran más altas, más rápidas y mejores que ella. Estuvo parada por un tiempo en la puerta antes de decidir que no entraría. No fue sino hasta unos años que reinició su amistad con el entrenador de la universidad. El entrenador dijo algo que fue como una daga para el corazón de la joven. El entrenador le preguntó por qué nunca llegó a las audiciones. Aparentemente ese año, el equipo tuvo una vacante que la joven hubiera podido ocupar fácilmente.
Ustedes podrán imaginarse el pesar que esta joven sintió cuando se dio cuenta de que nadie le había impedido hacer su sueño realidad más que ella misma. Hemos pensado mucho acerca de esta experiencia. ¿Cuáles son las limitaciones que te has impuesto personalmente que te impiden lograr tus sueños?
La convención del 2012: Pasaporte a la Libertad próximamente en abril, será una buena oportunidad para pensar acerca de lo que te está deteniendo y lo que necesitas hacer para luchar por tu libertad. No te conviertas en tu propio enemigo ni te interpongas en tu camino para alcanzar tu potencial.